21 Trabajadores municipales

En Estella había alguaciles. Un pariente suyo, Larrión, era jefe de policía municipal. Rondaban por Estella y en invierno un tal Castorles solía darles cobijo para que no pasaran frío. Castejón echaba los bandos con una trompeta. Corroza, junto con alguno más, era guarda de campo. Un tal Paco pasaba con un carro y una campana recogiendo la basura. El Ayuntamiento mandaba a alguien a las casas para que pagaran la contribución de la luz y el agua. Uno de estos, el Fuchi, se rio de ella porque al confundir el periódico del día con el de la semana pasada, creyó que le había tocado la quiniela.